En ciertas regiones del norte, las noches del invierno son largas y se tiñen con colores azul, violeta y verde. A este colorido fenómeno lo conocemos como aurora boreal. Este evento siempre ha sido tema de interés para los observadores del espacio.
Se dice que los poblados de Laponia “Sami”, le tenían mucho respeto y temor. Mientras que los nativos de Norteamérica pensaban que se trataban de antorchas que eran sostenidas por los dioses. En el caso de los vikingos estos atribuían su esplendor a las valquirias. Hoy en día, tienen su explicación científica, y en este artículo te contaremos por qué.
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¿Por qué podemos ver las auroras boreales?
El Sol emite constantemente partículas que se encuentran cargadas de radiaciones cósmicas. Este proceso es realizado en múltiples direcciones y también se le conoce bajo el nombre de “viento solar”. Siendo este el encargado de barrer todo el espacio a 1.500.000 de Km por hora.
Cuando estas partículas logran impactar sobre la tierra, nos exponen a radiaciones dañinas que provocan la desaparición de la atmósfera. A pesar de esto, el planeta se protege de estos elementos con la ayuda del campo magnético.
El proceso consiste en que las partículas cargadas no pueden alcanzarlos. Por el contrario, hacen el trabajo de bombear el campo magnético con energía. Después de ello, dichos átomos pasan directamente a la zona posterior de la superficie terrestre.
Seguidamente, estas partículas trascienden a la magnetosfera y lo hacen de la misma manera que ocurre cuando un río rodea una piedra. Pero estas quedan atrapadas y colisionan con átomos de nitrógeno y oxígeno generando las emisiones de luz.
Como puedes darte cuenta, la aurora boreal que llegas a observar es el resultado de miles de partículas liberadas. Las cuales, al impactar emiten destellos brillantes de luz en el firmamento nocturno.
Los mitos de la aurora boreal
Antes de que los estudiosos pudieran comprobar el sentido de estas luces radiantes, existían muchas creencias al respecto. Por ejemplo, los nativos del Ártico creían que eran apariciones de sus familiares muertos o de los hijos no nacidos. Otros, al contrario, pensaban que se trataba de las señales enviadas por los enemigos.
Algunas culturas manifestaban a sus pueblos que debían respetar estas emisiones de luz. Ya que si lo tomaban a burlas, los espíritus podrían apoderarse de su ser. En la actualidad, existen padres que amenazan a sus hijos con esta creencia señalando: “si te portas mal la aurora te llevará”.
Por otra parte, las auroras rojas son famosas. Cuenta la leyenda que fue capaz de predecir el fallecimiento de Julio Cesar en el 44 a.C. Así como también, fueron las que presagiaron la llegada de la Guerra Civil Americana en el año 1860. Por este motivo, durante miles de años se atribuyó su aparición a malos presagios.
Con el pasar de los años, la aurora boreal se ha convertido en una mezcla entre el miedo, la mitología y lo maravilloso. En el momento que la observes, aunque seas escéptico, comprenderás su origen científico y te dejarás dominar por el enigma. Ya que solamente pensarás en las grandes emociones que experimentaron tus antepasados.
La primera explicación científica del fenómeno
En el año 1908, Kristian Birkeland, un científico noruego de gran importancia, argumentó por vez primera las causas de este fenómeno. No obstante, esta explicación no tuvo valor hasta el año 1960, años más tarde de su muerte.
Birkeland fue nominado muchas veces a los premios Nobel, pero jamás logró convertirse en ganador. El científico en su investigación solamente se valió de una esfera magnética conocida como terrella, el estereotipo de la tierra en miniatura.
¿Dónde se ven las auroras boreales?
Algunos sitios emblemáticos de la tierra en donde se pueden observar este maravilloso esplendor son:
Islandia – Jokulsarlon
Desde cualquier lugar de Islandia se puede observar la aurora boreal. Esto fue comprobado por Moyan Bren, el cual, pasó todo el año 2013 tomando fotografías.
Cuando Bren finalizó su trabajo concluyó que se pueden observar con mayor resplandor en la laguna de Jokulsarlon Glacier. El reflejo de las luces en el lago repleto de icebergs es lo que hace que la experiencia sea inolvidable.
Antes de ir, se recomienda revisar el pronóstico del tiempo. Debido a que la nieve o la lluvia común del lugar puede ser un impedimento para disfrutar de la experiencia.
Alaska – Fairbanks
Cuando vas a cazar las auroras boreales pasas por dos grandes desafíos como lo son: la fatiga y el frío. En este sentido, en Alaska existe esta ciudad en donde podrás disfrutar del mejor resplandor boreal de toda América.
De hecho, se transformó en el hogar del Instituto de Geofísica de la Universidad de Alaska.
Finlandia – Paatsjoki
Sobre el puente de Padasjoki se pueden observar las más radiantes auroras boreales. Siendo tanto así que se estima que las posibilidades de que observes una oscila en un 90 %.
Allí, ofrecen un tour conocido como “Aurora Zone”. Consta de 4 noches y puedes realizarlo entre los meses de diciembre y marzo.
Noruega – Unstad
Nada mejor para unas vacaciones que disfrutar de las luces de la aurora y el surf. Hace algunos años, se celebró en Unstad el primer campeonato de este deporte con surfistas de la localidad.
Hoy en día, se continúa realizando el evento, pero con participantes internacionales que se dejan cautivar bajo la aurora boreal.
Escocia – Parque Nacional Cairngorms
Se trata de un hermoso y enorme lugar ubicado en Gran Bretaña. Además de eso, es el recinto perfecto para la observación de las auroras boreales del país.
De igual manera, es allí en donde se encuentra el centro de trineos de Gran Bretaña. Ideal para actividades recreativas.
Groenlandia – Kangerlussuaq
Esta capital es muy poco lluviosa. Por lo tanto, su porcentaje es de unos trescientos días de cielo despejado. De esta forma, es la ubicación perfecta para los amantes de las auroras boreales.
Es posible disfrutar del fenómeno en los meses de febrero a octubre. Otra expedición recomendada es hacia la ciudad de Sisimiut en el oeste. En esta zona las boreales se dejan ver en todo su esplendor.
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