Todo lo que está en nuestro entorno tiene color. Desde las cosas más simples, hasta el firmamento. En nuestra vida diaria hacemos uso de las diferentes tonalidades que conforman el círculo cromático, pero ¿qué es y cómo se compone?
Hoy en día, el poder de los colores tiene mayor valor en aspectos publicitarios. Es allí donde entra la identificación visual y el marketing. Los colores primarios y secundarios siempre van a tener un papel protagónico, y a continuación te hablaremos sobre ellos.
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¿Cómo surge el círculo cromático?
Esta herramienta cromática cuenta con una larga trayectoria. Para el año 1436, Leonardo Battista, un pensador y artista renacentista, creaba distintas gamas de colores como representación geométrica. En este proyecto se incluían el triángulo, círculo y rectángulo.
Fue en el siglo XVII cuando se descubrieron los colores primarios. A ello le siguieron numerosos estudios. Por ejemplo Moses Harris, en 1766 propuso un círculo cromático con 18 colores, incluyendo derivados de tonalidades oscuras y claras.
Ahora, el modelo tradicional o RYB (red-yellow-blue) fue publicado en el libro Teoría de los Colores, escrito por Johann Wolfgang van Goethe. El modelo tradicional de este círculo cromático manifiesta que: los colores cálidos están situados al derecho del círculo, mientras que a la izquierda estarían las tonalidades frías.
En la rueda los colores cuentan con un opuesto. Por ejemplo, el azul es opuesto al naranja, el amarillo al violeta, el rojo al verde, y así sucesivamente.
Qué es y para qué sirve un círculo cromático
A esta representación gráfica también se le conoce bajo el nombre de rueda de colores. Es ordenada de manera circular y estructurada con colores de gran visibilidad para la vista humana. Está repleto de tonos o matices primarios, aparte de que también se compone por todos sus derivados.
Se utiliza para representaciones pictóricas y artísticas consideradas abstractas del color. Así como también, en las lumínicas que son las aditivas. La mayoría de las veces estas circunferencias son presentadas como un degradado de colores. Allí, su trayectoria crea una experiencia como si te transportarás entre una u otra tonalidad.
En otras representaciones se incorporan los modelos escalonados.
¿Cuáles son las características del círculo cromático?
Entre los múltiples elementos de esta circunferencia se encuentra el hexagrama. Se trata de una figura con forma de estrella reflejada en el círculo de colores. Dependiendo de la cantidad de picos que contenga la estrella se determina la cantidad de matices. Para finalmente, solamente mostrar los tonos complementarios.
Otra característica de los círculos cromáticos se trata del modelo aditivo de color. Se refiere a un método en donde una fuente de iluminación permite transmitir una fuente de luz directa.
Los colores opuestos son los que se ubican uno enfrente del otro. Por su parte, la técnica sustractiva de colores es el molde adecuado para las combinaciones de pigmentación. La síntesis es la encargada de explicar las hipótesis de las mezclas de colores naturales, las pinturas y las tintas.
En el procedimiento se emplean colores que aspiran longitudes de ondas y se convierten en el reflejo de otras. Asimismo, tiene que existir la reciprocidad entre el molde de colores “RGB” y el “CMYK”.
Claves para lograr la armonía del color
Los principios de los círculos cromáticos parten desde diversas armonías de tonalidades, por ejemplo:
La armonía básica, terciaria
Son las composiciones de las tonalidades básicas, es decir, los primarios o los secundarios que componen terciarios.
Para hacer esto se deben elegir tres tonos básicos, y luego se comienzan a agregar dos o tres terciarios. Estos últimos serían la combinación de la pareja de colores primarios con secundarios.
Es importante certificar que el tono terciario elegido no podrá ser similar a la mezcla de los colores seleccionados como básicos.
La armonía equidistante
Es considerada como una composición de tonos en donde son usados los colores del círculo cromático. La forma en que se manifiestan es en triángulo equilátero.
Estas circunferencias son teorías para el estudio de colores, la clasificación y la combinación.
Cuál es el proceso para hacer un círculo cromático
Para hacer estas figuras cromáticas se tienen que seguir los siguientes pasos:
Crear circunferencias perfectas
El inicio es importante, así que deberás ser muy intuitivo al respecto. Tomar un compás y realizar un círculo, después se define el orden en que se estructuraran los colores. Comúnmente el color amarillo es situado en el área superior del objeto. El azul se coloca a la izquierda y el púrpura a la derecha.
Si lo realizas con la ayuda de un reloj, el púrpura se ubica en las 4, el cian en el 8 y el amarillo en el 12.
Añadir tres tonos primarios
Estos colores tienen que ubicarse de manera equidistante dentro del círculo cromático. Su formación es la de un triángulo equilátero. De esta forma, es más sencillo que se realicen mezclas armónicas.
Colocar tonos secundarios
Este tipo de tonalidades deberán situarse en el interior de los primarios. Específicamente, en la zona opuesta de los colores primarios que se van complementando unos con otros.
Del mismo modo, que el anterior se tienen que procurar que estos tonos formen un triángulo con forma equilátera entre sí.
Ubicar los tonos terciarios
Finalmente, se añaden las tonalidades terciarias en la zona central. Tienen que hacerse entre los colores que se requieren para la mezcla. Aparte de ello, también se deberá mantener una distancia entre ellos y concentrarse en la zona opuesta al tono que complementan.
Clasificación de los colores del círculo cromático
Estos círculos poseen los colores primarios azul, amarillo y rojo. Son los colores que se perciben cuando la luz se refleja en los millones de conos que lo integran y los globos oculares.
La rueda se compone de un total de 12 colores, los primarios, secundarios y sus derivados. Los cálidos se ubican en el medio del círculo asociándose con fuego y su calor, así que transmiten movimiento y energía.
Para los tonos fríos son los relacionados con el entorno natural, y por eso son reflejo de la calma. Por ejemplo: el verde de los campos y praderas; el azul de los océanos y lagos.